Principios que constituyen el fundamento de la actividad de
detective privado:
1.
Principio de la
legalidad, mediante el conocimiento de la legislación
que regula la actividad del detective privado, así como su
estricto cumplimiento.
2.
Principio del secreto
profesional, por el que el detective privado está
obligado, por ley, a guardar secreto profesional sobre los
datos y la información obtenida, incluso después del cese de
la actividad o de la calidad de detective, con la excepción
de los casos previstos por la ley.
3.
Principio del
descubrimiento de la verdad, mediante el cual el
detective se dedica a conocer la verdad relacionada con los
datos y la información para los cuales ha sido requerido por
el cliente.
4.
Principio de la
responsabilidad personal. Ningún detective privado
puede alegar el desconocimiento de la ley para justificar su
incumplimiento. La responsabilidad personal del detective
privado le hace todavía más consciente de la veracidad de
los datos y la información obtenida a lo largo del proceso
de investigación.
5.
Principio de la
operatividad del detective privado, que pone a
disposición del cliente los datos y la información para los
que ha sido requerido, en base a un contrato escrito, en el
plazo más corto posible, dependiendo de la complejidad del
caso con el que se enfrenta.
6.
Principio del
tratamiento individual de cada caso. El detective
privado tratará cada caso de manera particular, debido a las
particularidades con las que se enfrenta.
7.
Principio de respeto
del derecho a la vida íntima, familiar y privada. El
detective privado respetará la ley en el desarrollo de su
actividad, de manera que no infringirá la Constitución de
Rumanía y la legislación vigente.
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